Las hernias de disco cuando están en una fase severa son muy dolorosas y por tanto invalidantes, sin embargo el dolor tiene que ir desapareciendo gradualmente hasta permitirte realizar al menos caminatas o gestos habituales sin problemas.
Una vez remitido el dolor, es cierto que debes tener cuidado en hacer fuerza en posiciones donde el disco vertebral está más frágil, como la flexión de tronco hacia adelante o el levantamiento de objetos pesados de parado.
Sin embargo, es necesario que el centro del tronco esté fortalecido, especialmente el plano abdominal, asimismo el plano lumbar tiene que estar flexible, si es que hay rigideces, situación habitual en toda hernia discal.
Por tanto, con prescripción médica, y ya con ausencia de dolor puedes hacer algún tipo de ejercicio específico de rehabilitación.
Es importante que en esta primera fase trabajes con un terapeuta que te indique paso a paso, los movimientos correctos que debes realizar, para que controles el gesto y no tengas nuevamente inconvenientes.
Una vez que hayas aprendido e incorprado ciertos hábitos posturales, puedes comenzar el Método Pilates, que es un sistema de reeducación postural que trabaja en fuerza, flexibilidad, equilibrio y percepción del propio cuerpo.
El método propone la realización de ejercicios con gran control y precisión de movimiento lo que le otorga una calidad superior a cualquier otro método conocido.
Si el método está bien dado, tendrías que sentr tu cuerpo fexibilizado, fuerte y tonificado, con ausencia de dolor que te posibilite moverte con más armonía, fluidez y confianza.
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